Aborto: ¡horror!

Debo confesar que no veo con buenos ojos que la nueva Ministra del Sernam sea DC. Para mí, esa es una clara señal de que los derechos reproductivos y la problemática del género, no son una prioridad para nuestra presidenta electa. Laura Albornoz es abogada, con currículum que le lleva master y doctorado, así como ser militante DC. La verdad es que no sé mucho de ella, por lo que espero sorprenderme para bien y errar en mis apreciaciones.

Debido a mi tésis -que espero terminar pronto porque ya estoy chata del temita-, me he percatado de la innumerable generación de declaraciones, acuerdos e informes, en reuniones, cumbres, conferencias y otros, que finalmente, como podemos ver en nuestro país, pesan lo mismo que la Conama. O sea, nada.

Desde el retorno a la democracia, los distintos gobiernos hablan de esfuerzos e intentos, pero aún seguimos sin cumplir con algunas de las indicaciones que se nos hacen como país periódicamente.

Entre ellas, está al menos la modificación del artículo 119 del Código Santiario, que actualmente señala:

No podrá ejecturase ninguna acción cuyo fin sea provocar un aborto.

Yo no sé qué pensarán ustedes al leer esa frase, si creerán que es una norma necesaria en el sistema, pero estoy segura que muchos cambiarían de parecer si se vieran enfrentados, por las circunstancias que sean, a la necesidad de interrumpir un embarazo.

Hoy este tema no se habla. Es como si la modificación de ese artículo hubiese modificado a su vez las conductas, como si nadie en realidad pensara en un aborto: let's face it, creo que todos conocemos de alguien que se ha hecho uno.

Personalmente, no tengo claro si recurriría a ese procedimiento. Creo que enfretarse a un embarazo no deseado es una de las situaciones más estresantes para una mujer, por lo que me reservo para ese momento mi definición respecto al tema. Pero por lo mismo, me gustaría que personas en esa situación, pudiesen tener la libertad de optar por lo que deseen, de manera autónoma y asumiendo las consecuencias del acto.

Desde un tiempo a esta parte, los partidos de derecha han tendido a victimizar a la mujer, asumiendo que se le debe proteger y guiar en una situación como ésta, y que ella es la principal afectada al abortar.

La verdad es que lo único que se debería proteger es el derecho a decidir, de manera informada, si se sigue adelante con el embarazo o no.

Recuerdo que en la universidad asistía una clase en la que hablaron unas mujeres de una organización pro-vida. Ellas estaban muy felices y orgullosas por las muchas vidas que habían logrado salvar, convenciendo a las mujeres (algunas veces amedrentándolas con visitas policiales) de no realizarse un aborto. La pregunta obvia que hice fue si ellas tenían un seguimiento claro de los casos para ver si esos niños finalmente eran queridos, alimentados, educados. Si alguien se hace cargo de ellos en el caso de que no sea así. Sólo señalaron que las madres estaban felices con sus guaguas, pero no respondieron claramente a mi pregunta, por lo que creo que ello no es así. No hay un seguimiento responsable, la idea es quedar con la consciencia tranquila de haber salvado una vida, pero no hay una real preocupación por la calidad de esa vida.

Ya es hora de que la libertad ya no económica, sino que social y ética comience realmente a ser debatida. No espero que estemos todos de acuerdo, pero al menos que se den argumentos serios, racionalmente comprensibles. Y en el caso de que éstos sólo se queden en el nivel emotivo, que quien los emita asuma la imposiblidad de imponer una idea determinada al colectivo social fundamentada en éstos.

Image: La Bitácora de Xusto