The Real World

Pensé que no volvería a usar el blog. A ese nivel. Pero veo que en menos de dos meses de vuelta a Chile, ya estoy necesitando escribir un poco.
Es que no es demasiado tiempo, pero muchas cosas han pasado, aunque en el fondo nada.
Estoy haciendo la práctica, cosa que para mí es toda una nueva experiencia, esto del trabajo. Con compañeritos de trabajo, que menos mal son buena onda, y "clientes".
Ahora, claro que es extraño compartir con seres humanos chilenos recién conocidos. Y no, no estoy acostumbrada. Eso es algo que me impresiona: cómo he cambiado y ahora soy oficialmente tímida. Aunque en realidad yo creo que siempre lo he sido y tal vez en mi época escolar no se notaba porque pucha, tuve los mismos compañeros durante 14 años y terminaron siendo mis hermanos.
Esto de comenzar con el trabajo me lleva dos reflexiones: 1. Soy obsesiva, sí. Tengo que revisar muchas veces las cosas, tengo horror a equivocarme. Sueño con los casos. No es sano. 2. Me siento... extraña. A ver, las otras chicas de mi edad en la ofi digamos tienen gustos "normales", son "femeninas" en el concepto que agradecen si un varón las ayuda, qué se yo. Son simpáticas, sonrientes, pero me tinca que aún piensan que la homosexualidad es una enfermedad. Tienen pololos, sus mamás las llaman varias veces al día y no les molesta. Les gusta lo que hacen, no tienen rollos con su futuro. En fin. Yo... o sea, pucha, yo me voy después de la pega al Normandie a ver esa peli de Kitano que me tinca tanto. Es que él me gusta, y de verdad, no me odien, pero de alguna forma me imagino como un Avello japonés. Me encanta. Bueno, yo creo que si les preguntas a ellas quien es Takeshi, no tienen idea. Les preguntas sobre el aborto, y tal vez no apoyan la despenalización. Y aquí no se trata de gustos, se trata de formas de ser. De lo que se espera. Y finalmente, se trata de sentirse solo. Porque miras alrededor y cada vez es más difícil pensar en la posiblidad de conocer a alguien. Porque finalmente ese es el punto, y creo que recién ahora lo veo. Antes estaba en espera de conocer a mi "pololo", me sentía sola, pero no importaba, porque luego de todos esos meses, algo hermoso vendría. Y vino, y lo fue. Pero eso ya pasó, y ahora me enfrento a lo que significa "salir al mercado amoroso", con cero expectativas. Y me carga, me carga reconocer que en realidad hecho de menos compartir pelis, papas fritas, conversaciones y un abrazo al final del día agotador. Alguien a quien contarle el rollo cuático de la señora que atendíhoy. Share a joint. Todo eso.
Y los chilenos.
Por favor, dónde están esos tipos choris que comparten mis gustos? ah! no me gusta esa frase, es bastante egoísta, es terrible pensar así.
Creo que uno toca fondo cuando llega a aquella pregunta de patético freaky no asumido "What's wrong with me?". Parezco adolescente y lo peor es que ya no soy teen, ni universitaria.
Ack!
Aaaaaack!