The begging of the end...

Y finalmente todo termina. Un dejo de miedo y nostalgia anunciada me invade. Más de un año estudiando, y sólo estudiando, y nada más que estudiando.
A veces con mis ojos inundados de lágrimas... de rabia e impotencia, de aburrimiento, mientras observaba de reojo los libros de Popper, Sartre y otros que se amontonan en espera de tiempo. Mis tijeras y revistas se acumulan para ser cortadas y rearmadas según el deseo y el azar. Whitman, Kerouac, Dante y un largo etc. me gritan que están aburridos de ser observados desde lejos.

Pero, a pesar de la rebeldía, de las mañas de niña chica, aquí estoy, y presiento un leve vacío cuando todo acabe.
El minuto que tanto esperé, que ahora se transforma en una realidad palpable a días... me dejará sin ocupación. Libre. Un vertigo que de pronto pasará, en espera de otros más gustosos. Qué delicia incertidumbrezca.

Estoy a una semana de renacer.