sábado, julio 23, 2005

El invierno me da lo mismo.


Ayer fue una tarde noche agradable. Nos juntamos con Veci en el metro y nos fuimos a comer sushi. No estaban muy buenos, aunque sí baratos. Me encontré con un tipo del colegio, que no veía hace mil años, y eso fue tan extraño... sobre todo porque lo primero que me dice es que si ya soy una abogada exitosa o algo así y la verdad no puedo estar más lejos de eso. Al igual que mis deseos. Me cuenta que será papá, y para mi fue ayer cuando estabamos en centro de alumnos y esas cosas escolares. Uf! fuerte.
En fin, luego del flashback nostálgico, nos fuimos al Normandie, y antes fumamos un poco. El día estaba tan lindo, que mejor no entramos al cine y partimos caminando medias desorientadas por la conversa, el vertiginoso ritmo céntrico y, obvio, el thc en nuestro cerebro, al Bellas Artes.

Hace mucho tiempo que no iba, y claramente después de ver museos increíbles analizas todos con otra perspectiva. A ver, se requiere urgente de lockers de esos que te devuelven la moneda. El pobre señor que tiene que arreglárselas con ese minúsculo espacio para dejar los bolsos habla por sí sólo. Y eso fue porque, para mi impresión, había mucha gente. Me dio gusto, no sé si luego del robo hubo mayor asistencia, la verdad poco importa el motivo, pero me parece bien que una actividad cultural está de "moda". Lo malo de todo, es que había poca información. Claro, si uno fuera un experto en Rodin, no importa, pero la idea es que, junto con la apreciación estética, te entregen un contexto, una historia. No pido audioguías ni trípticos, pero al menos mas info mural. Y mínimo una guía gratuita diaria, bien indicada para saber su horario. De las obras en particular del primer piso, los dibujos estaban muy interesantes, claramente el se dedicó al estudio del cuerpo humano, con trazos simples logró gestos y movimientos. A ratos me recordé a my adored Egon.

Bajando a la sala Matta (creo que es su nombre), me parecieron de pésimo gusto visual esas letras fluorecentes a lo salida-de-emergencia indicando que la expo continuaba por allá. Yo estoy segura que hay miles de estudiantes de arte, o diseño que podrían haber hecho todo esto mucho mejor, si no requiere de tanto esfuerzo hacer unas señaléticas como la gente.
La sala Matta estaba repleta y me pareció todo un poco amontonado. Pero bueno, tal vez la gran cantidad de visitantes acentuaba el efecto. Luego de dar unas vueltas, vemos a un guía, con mucha gente alrededor, y pensé para mis adentros qué grata sorpresa, me alegra haber estado en un error. Y me acerqué a escuchar. Ya estaba termiando el comentario de una pieza, y se acercó a otra. Y dice "este es un torso". Pausa, deja pasar un tiempo, yo dije, chuta, este es un tour pagado y está esperando a los que efectivamente lo hicieron para explicar, mejor me corro a un lado -paremos con la paranoia, en fin-.... el tipo observaba con seño reflexivo, silencio, sergundos, nada... hasta que el tipo se mueve, deja esa obra de lado, apunta a otras y pontifica "y como ven, hay pequeños y grandes"... y continuó su paso por la expo.
Ante esto, con Veci no sabíamos si reír a carcajadas o llorar desconsoladamente, porque no sé si era más terrible la "información" del guía -bastaba tener ojos para acceder a ella- o todos los demás que lo seguían.
Finalmente nos fuimos raudamernte de allí, en busca de algo para tomar. Vamos con los schop, conversando, conversando, y el sol comienza a decaer.
Partimos en la micro a nuestras casas, creo que lo mejor de salir con un vecino es que a la vuelta llegas al mismo lugar, no hay despedidas hasta que hay bienvenidas. Cada una se alimentó, yo hasta dormí.
A las 12:30, luego de quedarme dormida, despertar con su llamado, saltar de la cama, cambiarme la ropa de pega y lavarme los dientes, partimos a escuchar música.
Esto sí valió la pena.
Cuando llegamos ya estaba tocando Viage, creo que se llamaba así. Era una banda de chicas que me encantó. La baterista es la de Electrodomésticos, aunque tampoco estoy segura. Toda la info media confusa, pero ellas top, top, top, top, top. Es que pucha, es una banda de chicas y ellas tocan bien.
Luego el plato fuerte, Tsunamis. Musicalmente es lejos lo mejor que he escuchado hasta ahora. Exploran, experimentan, no se quedan pegados, varían de ritmos, de verdad muy bien. A veces la voz del vocalista me molestaba un poco, me daba la impresión en determinadas canciones que rompía con la armonía creada por los instrumentos, en vez de aportar a ella. Pero de todas formas, muy bien por ellos, hay que seguirle la pista a ambos.
Hoy, luego de hacer una planilla excel cono todos mis casos (sí horrible), vamos por Yajaira.

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2 Comentarios:

Blogger tere quezada g. dijo...

Sí. Radin tiene cierta vibración en las líneas que también tiene Egon.
Y sí. La exposición estaba mal montada y señalizada, pero no sólo eso, también era mala.

2:39 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

hay varios que admiramos lo creado por Egon, y también a Ensor y ... no daré lata.

1:35 a. m.  

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