viernes, noviembre 18, 2005

Malditos tribunales de famlia

Lo que voy a comentar hoy es algo serio y que hace varios días es objeto de análisis colectivos en mi entorno junto con lo que pasa por mi cabeza.

Los Tribunales de Familia fueron presentados como la "gran solución gran" al conflicto de lidiar con emociones y derecho, al tema tan complejo y difícil que pueden llegar a ser la enmarcación de las relaciones emocionales en determinadas normas. El preámbulo del caso Grimberg, la famosa ex-jueza del 5º Juzgado de Menores, preparó el ambiente para que el rechazo a esos tribunales fuera social, ya no sólo de quienes tenemos acceso al sistema. Permitió que la crítica generalizada al poder judicial chileno, por un momento se focalizara en ellos. Entonces, cualquier cosa parecía mejor. Vengan los cambios.

Debo decir que en el papel suena bonito.
Recuerdo que mi primer contacto con la ley de Los Tribunales de Familia fue antes de iniciar la práctica, en mayo de este año. Venía llegando de Europa, tenía dos semanas para mentalizarme y postular. Cuando supe que podía quedar en el lugar que quería fui feliz, y pensé que mi retorno a Chile partía bien.
Compré las leyes que iba a requerir (esas de la calle) y partió mi experiencia.
En fin, Familia.

No comentaré respecto al temor previo que exisitía entre quienes esperábamos su estreno, o mejor sí, les diré que a mis patrocinados, quienes atiendo en la Corporación, recomendé iniciar todo procedimiento judicial antes de que partiera la reforma. Por supuesto que muchos no comprendieron, algunos prefirieron esperar. Es mejor diablo conococido que diablo por conocer, les dije a todos.

Eso me costó caro, porque algunos tribunales civiles no estaban nada de contentos con tener más pega, sobre todo si las demandas fueron ingresadas el 30 de septiembre o en esos últimos días del mes. Lo tomaron como una burla, cuando en realidad no es sino lo que corresponde. Eran competentes hasta ese día. Han puesto muchas trabas para el desarrollo de esos juicios e incluso se han declarado incompetentes para verlos.

Pero basta de tanta cosa jurídica-práctica fome, lo importante es lo que pasa hoy, ayer, todos los días desde el 1 de Octubre.

Ese sábado supuestamente la justicia se acercaba a la gente, señora, señor, sacar a $100, venga al tribunal, pida lo que desee, le será concedido, no necesitará abogado, ud. sabe lo que quiere, no más expedientes, eso es del pasado, para qué los papeles, nos ordenamos con computadores y listo, ¡aprendemos en el camino! Vea, toque, cómase al juez si quiere, ¡ahora lo verá¡! ¡Sí, podrá ver al juez!
En fin.

¿Uds. pueden creer que actualmente se dice que los tribunales de familia están funcionando al 50%?
Eso es macabro independiente de si es cierto o falso.
Si es cierto, me parece estúpido, sí, de estupidez máxima entregar la compentencia de TODAS LAS MATERIAS DE FAMILIA (asuntos que antes se dividían entre los tribunales de menores y los civiles) a un sólo tipo de tribunales funcionando a medias. O sea, no tiene sentido. El colapso era más que obvio. Ante esto, la idea de intereses electorales surge como la respuesta obvia. La reforma partió con Lagos, como el poto pero partió. Da lo mismo que quede la crema.
Ahora, si es falso, es más peligroso aún. Quiere decir que los cerebros están dañados, quienes piensan por nosotros tienen fallas serias. No lograron preveer el personal que requerían. Y les juro que hay cosas obvias, de sentido común.

En el primer piso de los tribunales de Santiago (desde donde parte toda esta reflexión, son los que conozco) deben hacer una fila eterna quienes quieren entablar una demanda personalmente al tribunal. Personas se agolpan ante el guardia haciendo preguntas. Están ordenados gracias a las huinchas que les enmarcan el camino, pero se ve cansancio y duda en las caras. Prepárate para estar toda la mañana. Si es que. Punto a favor en esto, es el tribunal de turno que está para el acceso más expedito de causas que tengan que ver con medidas de protección y violencia intrafamiliar.

En los tribunales mismos, la cosa no es mejor. Un mismo funcionario debe entregar las resoluciones, responder dudas, y hacer de todo. En ese mesón, porque el resto del tribunal está tras varias puertas que dan la impresión de estar en una peli surrealista, se huele el desconcierto. Nadie entiende mucho qué se debe hacer, esas personas que acudieron personalmente, ya con la dificultad propia de interactuar con tribunales, su sistema y lenguaje, se encuentran con un servicio que no da más, porque la gente tiene buena volutad, pero el asunto simplemente colapsó. Trato de ayudar en lo que puedo, asesorías flash con cada señora que veo perdida. Gente enojada, citada las 9:00 y todavía esperando a las 12:00 ser llamada. Niños aburridos, llorando. Hay salas de espera, supuestas zonas de juego, pero están vacías, parecen piezas de castigo.

Y para qué hablar del trabajo nuestro. Postulantes, procuradores y abogados. Simplemente para ingresar una demanda, trámite que antes demoraba como mucho media hora, ahora debes considerar dos, tres horas. TRES HORAS. No importa a qué hora llegues, siempre deberás esperar.

Hoy fue un dí­a de esos, como siempre terminas conversando con los de la fila, otros postulantes en general, alguno que otro abogado tramitador enojado por que "cada vez le quitan más pega a los abogados"(A mi de da pena que les vendan cuentos a las personas cuando las cosas no serán así. El trabajo para los abogados me tiene sin cuidado). Terminamos comentado, hablando con el guardia, quien sin tener ni pito que tocar recibe todas las críticas, mientras el "administrador", supuesto funcionario que se dedicaría a evitar todo lo que efectivamente está pasando, se sienta en un sillón. Lo imagino como un gato peludo tras un escritorio comiendo pellets. Nunca lo he visto.

Y ojo que las papas queman. A una señora que quería una entrega inmediata de un niño, que decía estaba en peligro, la mandaron del tribunal de turno (quien debía recibir esos casos complejos) a hacer nuestra cola, la de ingresos. O sea, qué signfica eso. De hecho, dijo que la señorita la había tomado por los brazos y la había dejado ahí, en ese piso y frente a la cola. El guardia explica, lo que puede, finalmente la dejamos pasar al primer puesto. Igual debe esperar por lo menos veinte minutos, o incluso media hora. El funcionario al parecer no tomó el curso de dactilografía, escribe más lento que un usuario básico de procesador de texto.

Alguien me comentó que esto había salido en la televisión. Yo no lo ví. Pero al menos entre tanta parafernalia electoral, pasa desapercibido. Realmente espero que esto cambie. La idea es buena, pero buenas ideas mal llevadas a la práctica no sirven. Sobretodo si estamos hablando de niños, de conflictos familiares importantes, de la base emotiva de la población.

Ojalá el Ministro de Justicia, Luis Bates, se diera una vuelta ahora, a un mes y medio de la inauguración. Al menos observarí­a lo que está pasando. Pero tal vez ni eso serviría. Parece que hay que esperar, como siempre, y quienes surfen las consecuencias son siempre los mismos.

Por favor, señores de la concertación, no se pregunten luego porqué pierden el voto "popular". Miren a la gente.

Etiquetas: ,

sábado, noviembre 12, 2005

Qué SUE ni que ocho cuartos.

(gracias por dato a mi veci)

Etiquetas: , ,

Ando triste, pero mi padre es un héroe


Esta semana partió pésimo. La verdad es que hace tiempo ya que venía con muchas presiones, pero los rechazos son fuertes. Y yo soy gila. Pero está bien que me pasen estas cosas, porque o me hundo o me fortalezco. O ambas. Y en eso estoy, saliendo de un hoyo para brillar.

Actualmente lo único que hago y me provoca felicidad es ir al gimnasio. Ninguna de mis actividades diarias son placenteras, y llevo bastante tiempo así, funcionando por el deber ser. Me siento tonta retonta, porque cambiar eso depende absolutamente de mí, y me cuesta. Pero lo estoy intentando y confío en que finalmente lo lograré. Despertar sabiendo que tus actividades te motivan, que son lo que quieres hacer.

Estudiar Derecho fue duro para mí. Lo pasé mal, me frustró intelectualmente. Tuve pocos amigos, en general la gente me aburría. En ese sentido soy una nerd tardía. Pero hay cosas buenas que también ocurrieron, las pocas pero valiosas personas que conocí; ser alumna de los profesores Antonio Bascuñán Rodríguez y Aldo Mascareño (sociólogo) fueron orgasmos mentales, ver el movimiento político y comprenderlo (huele bastante mal); entrar de lleno en la diversidad del mundo, luego de salir de mi burbujil colegio y tal vez el momento más horrible de esos años, el examen de grado, también fue un aporte.

Pronto termina la práctica y comienza algo nuevo, estoy asustada, mucho, pero la vida es así, difícil, y se pone peor. Me cuesta bastante, me siento inepta, me faltan herramientas para confiar en mí y tirarme un piscinazo. No sé cómo se confía en sí mismo, cómo uno se quiere. Reconstruyo mi autoestima y me cuesta, pero creo que al fondo siento una tibieza que me llama, debo desmalezar y dejarla fluir.

En fin, esta semana fue el cumpleaños de mi padre. Él es médico ginecobstetra por lo que el tema del aborto siempre lo discutimos, me gusta conversar con él de ese y otros temas valóricos, porque a pesar de tener posturas un tanto más conservadoras que las mías, busca argumentos, se puede intercambiar ideas. Me gusta también tener acceso directo al dilema moral (y legal) de ellos al momento de enfrentarse a un posible aborto terapéutico, es bastante fuerte. El día de su cumple nos hablaba (a mis hermanos y a mí) de sus casos complicados, cómo los resolvió... y los tres, como siempre debimos haber estado, en silencio escuchando con un brillo en los ojos. Más vale tarde que nunca.

Creo que eso compensó todo mal momento de la semana.

Etiquetas: , ,

jueves, noviembre 10, 2005

miércoles, noviembre 09, 2005