Muchas felicidades y mis mejores desebduaagaaggghhhhh!!!!!!
Cada vez me importan menos la verdad.
Partiendo por la Navidad. Hay dos cosas que me cargan de esa fecha:
1. Espíritu consumidor al máximo, todos comprando, comprando, comprando... de hecho debido al premio, yo tb me vi un poco en eso, por primera vez in my life y no me gustó.
De hecho tengo un año para resolver de qué forma enfrentaré diciembre próximo. He pensado en comprar regalos a lo largo del año, hasta máximo fines de octubre. Porque igual es lindo regalar, un poco agradecer por la compañía, demostrar aprecio, amor. Pero claro, cuando eso pone en jaque tu salud mental por una sobrexposición a publicidad y seres humanos ávidos de consumo... es como mucho el costo. Sobre todo considerando que para al menos el 70% (o algo así) de la población le debiera importar más el nacimiento del hijo de su dios. No se nota.
2. Iconos foráneos. Odio eso. Desde chica nunca entendí la "nieve" de algodón, en spray, ni los adornos de niños con abrigos, bufandas y patinando en hielo, y menos al Viejito Pascuero abrigado mientras uno se manguerea y más encima en trineo. Me molestan los villasincos con letras alusivas a lo mismo. Pero lejos, lo que más me molesta, es que la gente lo asuma como algo obvio, normal. Introducir códigos del hemisferio norte e implantarlos como propios aunque objetivamente no tengan NADA que ver con lo que vivimos. Uno no puede mantener la cordura así. Por eso me gusta tanto Calurosa Navidad de 31 minutos. Porque reivinidica mi deseo de siempre: algo que refleje lo que vivimos.
Segundo festejo, el Año Nuevo. El año pasado mi "celebración" consistió en ir a un mirador con la Pj. fumarnos un pito y listo. Las dos estudiábamos para el grado y no estábamos con mucho ánimo. Para mí estuvo bien sobretodo considerando que en realidad entre el 31 y el 1 de enero, y de mayo, y de junio, etc. mi vida cambio NADA. Pero resulta que todos te preguntan ¿qué hiciste para el año nuevo? y cuando yo respondía nada, fui a un mirador a fumarme un caño, las caras se desfiguraban como si algo terrible hubiese sido verbalizado. Y ahora comienzan las miles de fiestas a tirar sus flyers, pegar posters, publicitar en todos los lados, y honestamente ya no más.
Me voy a Valpo con compañeros de la U que redescubrí, pero si me quedara acá, creo que literalmente que quedaría acá. Donde estoy. Frente al PC. Reclamando por algo, como es mi especialidad.