Lisbonostalgia

Lisboa.

Se escucha: Orange Juice - A sad lament

Hoy en la tarde se me ocurrió comenzar con un nuevo collage. Hace tiempo que no hacía uno. Y bueno, decidí revisar mi bolsa de las revistas del viaje, que cargué durante todo el tiempo y terminé muy pesada.
Como agua fría las imágenes recorrieron mis neuronas y me llenaron de nostalgia. Anotaciones, idiomas, exposiciones, lugares. Lo peor: todo lo referente a Portugal fue fuerte. Demasiados recuerdos que intento borrar, convirtiéndome en una trabajólica.
El broche de oro: ¿Nick Cave de fondo en un programa de la tv?
Gracias, esto parece boicot.
Aunque creo que está bien, son ajustes necesarios. Tristezas y frustraciones que deben fluir. Alegrías que merecen ser recodadas. Hace tanto tiempo que la felicidad no rondaba por mi puerta.
Ahora hay un desastre en el suelo.
Creo que cuando tenga mi casa -de aquí en adelante idealizando- voy a necesitar un lugar especial para desordenar, para tener revistas y diarios y croqueras y papeles y miles de pegamentos, tijeras, tip top, base para cortar y y y y, etc., etc., etc., todas esas cosas que tengo que desordenar y luego ordenar.

ya po, move on!

Hoy me bajó la pena.
Este invierno de mierda.
Yo estaba feliz en la primavera europea.
Es difícil volver al mundo real. Fueron tres meses increíbles, andar sola pisando lugares desconocidos para mí fue una gran experiencia. Conocer a mis amigos "virtuales", quedarme en sus casas... genial!
Y bueno... el portugués. Qué difícil pensar que ya todo pasó, que lo conocí, que estuvimos encerrados en nuestra burbuja de artificio por un mes y unos días... para que luego todo quede en eso, en el recuerdo.
No hay más.
Cuando vives algo que te hace ultra feliz, pero sabes que tendrá un final que va más allá de la distancia, o mejor dicho que no se debe a ella sino a las personalidades extrañas de los seres involucrados, por un lado te hace aprovechar cada segundo como si fuera el último, pero por otro, cuando llega ese último, y en el siguiente estás en un avión y en los siguientes te sientes pésimo por la altura y luego ves el smog venir a tu encuentro y luego la Costanera norte, tu casa, tu pieza, tus gatos...
...la rutina...
...da peeeeeena.